El alcalde de Montfermeil, una localidad a las afueras de París afectada por la ola de violencia que estalló en numerosos barrios el pasado noviembre, prohibió a los jóvenes que salgan en grupos de más de tres personas para impedir la delincuencia, una medida criticada por la izquierda y organizaciones sociales.
Estos organismos informaron el martes de que el alcalde, Xavier Lemoine, tomó esta medida a principios de abril con carácter provisional. En este momento, si los jóvenes se pasean en grupo de más de tres personas por el centro de la cudad pueden ser detenidos y deberán pagar una multa de 38 euros. Para la izquierda, sindicatos y organizaciones sociales, esta es una medida "absurda" que atenta contra las "libertades individuales". Por ello, la asociación 'Libres e iguales' convocó una manifestación ante la alcaldía local el próximo sábado y presentará un recurso contra la medida ante los tribunales. Según Lemoine, los robos con violencia aumentaron un 600% y la delincuencia común un 90% en la ciudad entre enero y febrero del 2006, con respecto al mismo período de 2005. Este incremento está relacionado, en opinión del político, con los disturbios de noviembre. "Los jóvenes se dejan llevar porque saben que no corren ningún riesgo", afirmó Lemoine, del partido UMP (derecha, en el poder). Los disturbios comenzaron cuando dos jóvenes de la localidad de Clichy sous Bois, vecina a Montfermeil, que se creyeron perseguidos por la policía se refugiaron en un transformador y murieron electrocutados. En los días posteriores, decenas de edificios públicos, comercios, escuelas, empresas y unos 9.000 automóviles fueron parcial o totalmente destrozados. Las imágenes, de una violencia inusitada, dieron la vuelta al mundo y mostraron el descontento social de una parte de la sociedad francesa, castigada por el desempleo y la discriminación.
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