Cada mañana, cuando Minnie Smith se despierta junto a la cama de su hija, le saluda con un "hola cariño, ¿cómo estas". Es una rutina que repite desde hace más de seis años, el tiempo que Christa Lilly, de 49 años, lleva postrada en Denver (Colorado, EEUU), en estado vegetativo. Y habría seguido siendo una cariñosa pregunta sin respuesta si hace una semana Lilly no hubiera dicho: "Estoy bien".
Las dos palabras fueron el principio de tres días de conciencia. Y aunque el jueves pasado Minnie volvió a encontrar silencio como respuesta, ya que Lilly entró de nuevo en el estado en que está desde que un ataque al corazón cortó el flujo de oxígeno a su cerebro, su médico habla de "milagro". "Simplemente no soy capaz de explicar esto basándome en lo que sabemos sobre estados vegetativos permanentes", ha afirmado el neurólogo Randall Bjork.
El especialista, que había examinado a Lilly en una decena de ocasiones, ha reconocido que no creía a la madre de la paciente cuando le decía que su hija tenía momentos de lucidez y se había despertado al menos cinco veces, en lo que los expertos llaman "despertares cíclicos", aunque nunca tan largos como el de esta semana. "Imagino que no le creía porque no hay puntos de referencia en nuestra literatura médica", declara el médico.
CONOCER A SUS NIETAS Los tres días en que Lilly estuvo consciente le permitieron reencontrarse con sus cuatro hijas y conocer a sus tres nietas. Pudo comer con cierta normalidad --no a través de un tubo-- e intentó volver a aprender a hablar. Incluso concedió una entrevista a una tele.
El doctor Bjork ha explicado que nunca había visto tal calidad de despertar y asegura que este caso "va a cambiar la forma en que se miran los estados vegetativos permanentes". Otros especialistas consideran que Lilly no estaba en ese estado, sino en situación de "conciencia mínima", aunque Bjork no comparte sus tesis. "Supongo que habrá quien diga que lleva seis años mintiendo. Yo no lo creo", dijo.
Mientras, la madre de la enferma ha vuelto a hacer la pregunta cada mañana antes de ir al baño y de nuevo se ha encontrado con el silencio. Pero no se ha hundido. "El buen Dios me deja saber que está bien y me la trae de vuelta de vez en cuando --ha dicho la mujer, de 73 años--. Estoy agradecida por eso".
1 comentario:
...y vió lo que había por el mundo y pensó: "mejor me quedo como estaba"
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