Madin Azad Amin emprendía viaje desde el condado de Cook, en Illinois (Estados Unidos) con destino a Turquía. Todo un planazo vacacional con su madre. Madin y su madre estaban pasando los típicos controles de seguridad (y todos sabemos lo que eso implica en Estados Unidos) cuando los guardias detectaron un objeto similar a una granada en el equipaje del joven, de 29 años. Al ser interrogado, no dudó en contestar: “es una bomba”. Y en cierto modo, no mentía, ya que se trataba de un complemento sexual para alargar el pene. Pero cualquier cosa antes que reconocer ante su madre el verdadero contenido de su bolsa. Ahora Amin se enfrenta a la posibilidad de hasta tres años de cárcel. Y con la tontería, su madre se ha enterado de toda la historia, así que seguro que también le regaña. Eso sí: a Amin ya no le preocupe que ella le castigue sin salir.
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