El Gobierno ha censurado su website, que tenía 60 millones de usuarios al mes
La primera heroína porno de la India no es más que una tira de cómic on line. Se llamaSavita Bhabhi y es un ícono sexual tipo de las fantasías de los adolescentes indios. Su nombre, Bhabhi, quiere decir eso: la esposa del hermano o cuñada. Sería la esposa que los jóvenes del barrio toman como primer referente sexual, y con cuya imagen se masturbarían en una habitación asfixiante antes de la llegada del frescor del monzón.
El Gobierno indio ha bloqueado su website, y ahora está expulsada de las montañas de Cachemira a las playas del sur en Kerala. Consideran a Savita una "amenaza para la seguridad e integridad nacional" o capaz de "enturbiar las relaciones de amistad con los países vecinos". Estos son los motivos que expone el capítulo 67 de la ley de tecnología informática, que permite al estado censurar websites bajo dichos pretextos. Una nueva ley de seguridad surgida tras los atentados terroristas de Bombay.
En un país en donde la sexualidad femenina es un completo tabú, en donde el poder patriarcal lleva a las mujeres hasta la combustión, una Savita de generosos pechos pone en alerta a las redes de control. Lo extraño, sin embargo, es que India no ha censurado hasta ahora muchos de los site de porno indio que pueden verse en este país. Sólo han atacado a Savita, un cómic. Las aventuras sexuales de esta cuñada india, que tanto se enzarza con el vendedor ambulante, como con unos jóvenes jugadores de cricket, harta siempre del adicto al trabajo de su marido, se han visto de este modo truncadas, y su campaña por la resurrección, cerrada. El nuevo sutra cibernético, el Kama Sutra frívolo del siglo XXI, expulsado. Y todo a pesar de ser la India la cuna del Kama Sutra (célebre compendio erótico del siglo I) o de las prácticas tántricas (filosofía que espera llegar a la iluminación mediante ejercicios sexuales). Pero Savita no deja de ser una muestra más de que algo está cambiando en India.
Artistas como Tejal Sha, nacida en el pobre estado de Bhilai, y residente en Bombay, hacen de su trabajo un medio de reivindicación de las minorías sexuales (queer, gays, lesbianas, transexuales). Sus videos y exposiciones recorren medio mundo (Tate Modern en Londres, Centro Pompidou, en Paris), y su arte se encuentra dentro de las nuevas tendencias del porno artístico y de las investigaciones feministas y de género. Muchos de sus trabajos reivindican la sexualidad y el amor libre entre mujeres en un país en donde la homosexualidad sigue siendo un tremendo tabú. "Un país donde es extremadamente problemático ser mujer", dice. Por otra parte, los movimientos gays son cada vez más activos, organizando festivales y encuentros, y existen colectivos como Queer Media Collective que entregan premios a aquellos periodistas que mejor traten en India las problemáticas y realidades de las minorías sexuales.
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