Un fuerte olor a putrefacción que expedía el apartamento de un obrero en México y su ausencia durante días provocaron que los vecinos lo dieran por muerto, pero cuando servicios de rescate se disponían a recoger 'el cadáver' se levantó y los preguntó por su inesperada presencia.
"Los vecinos del afectado, o mejor dicho presunto afectado, llamaron a la Seguridad Pública Municipal (de Aguscalientes, noroeste del país), cuyos elementos después de trepar con escaleras a la azotea ingresaron en el domicilio del obrero de 45 años para ver qué sucedía con esta persona", narró Sadi Kuri, titular de la dependencia.
Los policías "se percataron que efectivamente había un olor fétido que salía de una habitación y desde una ventana se veía a un persona debajo de una cama sin moverse. Tras esto los paramédicos hicieron una rápida revisión de sus signos vitales y resultaron negativos", añadió el funcionario.
El obrero despertó cuando llegó al lugar el fiscal para dar fe de la muerte y mientras los uniformados se disponían a subirlo a una camilla.
El individuo finalmente fue llevado al hospital porque presentaba signos de deshidratación e hipotermia, lo que provocó que durara tres días en la misma posición en donde había realizado sus necesidades fisiológicas, razón del hedor que desprendía, además de que también presentaba resquicios de una resaca por abuso de alcohol.
"Los vecinos del afectado, o mejor dicho presunto afectado, llamaron a la Seguridad Pública Municipal (de Aguscalientes, noroeste del país), cuyos elementos después de trepar con escaleras a la azotea ingresaron en el domicilio del obrero de 45 años para ver qué sucedía con esta persona", narró Sadi Kuri, titular de la dependencia.
Los policías "se percataron que efectivamente había un olor fétido que salía de una habitación y desde una ventana se veía a un persona debajo de una cama sin moverse. Tras esto los paramédicos hicieron una rápida revisión de sus signos vitales y resultaron negativos", añadió el funcionario.
El obrero despertó cuando llegó al lugar el fiscal para dar fe de la muerte y mientras los uniformados se disponían a subirlo a una camilla.
El individuo finalmente fue llevado al hospital porque presentaba signos de deshidratación e hipotermia, lo que provocó que durara tres días en la misma posición en donde había realizado sus necesidades fisiológicas, razón del hedor que desprendía, además de que también presentaba resquicios de una resaca por abuso de alcohol.