l El emperador romano Nerón fue un desequilibrado mental al que nada sirvieron ni la influencia de su madre, Agripina, ni las enseñanzas de Séneca, su preceptor, a los que condenó a muerte. El ambiente desmoralizador, de lujo y molicie de los tiempos que le tocó vivir y gobernar no le eximen de culpa por sus muchos y execrables crímenes. Uno de los más conocidos fue el incendio de gran parte de Roma, que ordenó realizar a unas bandas de esclavos. Nerón, vestido de comediante, contemplaba extasiado el colosal incendio pulsando el arpa y cantando versos. El solar resultante lo aprovechó para edificarse un enorme y fastuoso palacio. Entre sus muchas extravagancias, una fue la de mandar castrar a un muchacho de hermosa presencia; le hizo vestir de mujer y se casó con él. Se cuenta que uno de los cortesanos hizo este comentario: "Hubiese sido una fortuna para Roma que el padre de este monstruo sólo se hubiese casado de la misma forma". El gobierno de Nerón terminó mediante una verdadera revolución que se produjo en el año 68 de nuestra Era. Huyó de Roma, y viéndose acosado y perdido, teatralmente como había vivido, se apoyó en el pecho un estilete asegurando que se iba a quitar la vida; le faltó coraje y tuvo que pedir la ayuda de un esclavo para llevar a cabo el suicidio.l Ya en tiempos del rey Felipe IV de España la moda agranda el escote de los vestidos femeninos que llegan a mostrar la aureola del pezón. Una ley de 1639 lo prohíbe: "...salvo para las mujeres que públicamente se ganaran la vida con sus cuerpos". Las mujeres del pueblo visten en aquella época saya, camisa y pañoleta sobre los hombros y la cabeza. Las damas llevan vestidos muy ajustados, con el talle comprimido por un corsé. De cintura para abajo, en cambio, el cuerpo parece una campana, con falda sobre una especie de jaula de alambre, llamada 'guardainfante'.l El famoso torero "Lagartijo" se llamaba Rafael Molina y era de Córdoba. Un admirador suyo le decía: -"Desengáñate, Rafael, en Córdoba sólo habéis sido dos grandes hombres: tú y Gonzalo de Córdoba" -"Y el Gran Capitán, ¿dónde lo dejamos?".l En algunas civilizaciones de la Antigüedad, entre ellas la romana, se practicaban agujeros en las tumbas para hacer llegar alimentos a los difuntos un señalado día del año. Entre las cosas que les pedían, sin duda, una sería que alejase el hambre de sus casas.l En la España de los siglos XVII y XVIII, algunos Autos de Fe organizados por la Santa (?) Inquisición formaban parte de los festejos por algún feliz acontecimiento. Así, en 1632 se celebró que la reina había parido un heredero con un Auto de Fe en el que figuran 57 penitenciarios. De ellos, 7 fueron quemados en la hoguera.l En la década de 1840 se puso de moda entre las mujeres el tener aspecto pálido y ligeramente enfermizo. Para conseguir este efecto, dejaron de utilizar colorete en las mejillas y comenzaron a beber vinagre. l "No ser moco de pavo". El moco de pavo es un apéndice carnoso y eréctil que tiene el pavo sobre el pico, que no es comestible. Sin embargo, parece ser que el dicho procede del lenguaje de los pícaros y delincuentes de hace siglos. En su jerga, el "moco" era el trozo de cadena que quedaba colgando del "pavo", de la ingenua víctima, después de haberle robado el reloj del bolsillo. Se utiliza el dicho para resaltar la relevancia y calidad de algo a lo que en principio no se le daba mucha importancia.
14 enero 2008
Curiosidades históricas, anécdotas y frases hechas
l El emperador romano Nerón fue un desequilibrado mental al que nada sirvieron ni la influencia de su madre, Agripina, ni las enseñanzas de Séneca, su preceptor, a los que condenó a muerte. El ambiente desmoralizador, de lujo y molicie de los tiempos que le tocó vivir y gobernar no le eximen de culpa por sus muchos y execrables crímenes. Uno de los más conocidos fue el incendio de gran parte de Roma, que ordenó realizar a unas bandas de esclavos. Nerón, vestido de comediante, contemplaba extasiado el colosal incendio pulsando el arpa y cantando versos. El solar resultante lo aprovechó para edificarse un enorme y fastuoso palacio. Entre sus muchas extravagancias, una fue la de mandar castrar a un muchacho de hermosa presencia; le hizo vestir de mujer y se casó con él. Se cuenta que uno de los cortesanos hizo este comentario: "Hubiese sido una fortuna para Roma que el padre de este monstruo sólo se hubiese casado de la misma forma". El gobierno de Nerón terminó mediante una verdadera revolución que se produjo en el año 68 de nuestra Era. Huyó de Roma, y viéndose acosado y perdido, teatralmente como había vivido, se apoyó en el pecho un estilete asegurando que se iba a quitar la vida; le faltó coraje y tuvo que pedir la ayuda de un esclavo para llevar a cabo el suicidio.l Ya en tiempos del rey Felipe IV de España la moda agranda el escote de los vestidos femeninos que llegan a mostrar la aureola del pezón. Una ley de 1639 lo prohíbe: "...salvo para las mujeres que públicamente se ganaran la vida con sus cuerpos". Las mujeres del pueblo visten en aquella época saya, camisa y pañoleta sobre los hombros y la cabeza. Las damas llevan vestidos muy ajustados, con el talle comprimido por un corsé. De cintura para abajo, en cambio, el cuerpo parece una campana, con falda sobre una especie de jaula de alambre, llamada 'guardainfante'.l El famoso torero "Lagartijo" se llamaba Rafael Molina y era de Córdoba. Un admirador suyo le decía: -"Desengáñate, Rafael, en Córdoba sólo habéis sido dos grandes hombres: tú y Gonzalo de Córdoba" -"Y el Gran Capitán, ¿dónde lo dejamos?".l En algunas civilizaciones de la Antigüedad, entre ellas la romana, se practicaban agujeros en las tumbas para hacer llegar alimentos a los difuntos un señalado día del año. Entre las cosas que les pedían, sin duda, una sería que alejase el hambre de sus casas.l En la España de los siglos XVII y XVIII, algunos Autos de Fe organizados por la Santa (?) Inquisición formaban parte de los festejos por algún feliz acontecimiento. Así, en 1632 se celebró que la reina había parido un heredero con un Auto de Fe en el que figuran 57 penitenciarios. De ellos, 7 fueron quemados en la hoguera.l En la década de 1840 se puso de moda entre las mujeres el tener aspecto pálido y ligeramente enfermizo. Para conseguir este efecto, dejaron de utilizar colorete en las mejillas y comenzaron a beber vinagre. l "No ser moco de pavo". El moco de pavo es un apéndice carnoso y eréctil que tiene el pavo sobre el pico, que no es comestible. Sin embargo, parece ser que el dicho procede del lenguaje de los pícaros y delincuentes de hace siglos. En su jerga, el "moco" era el trozo de cadena que quedaba colgando del "pavo", de la ingenua víctima, después de haberle robado el reloj del bolsillo. Se utiliza el dicho para resaltar la relevancia y calidad de algo a lo que en principio no se le daba mucha importancia.
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