Este puente los blogueros se han sumado al fenómeno "Halloween" dejándonos una estela de noticias macabras sobre la muerte y el terror. En la bitácora "Misterios del Mal", encontramos la historia de Thug Behram, el mayor asesino en serie (no militar) de todos los tiempos, con más de 931 víctimas en su haber, entre los años 1790 y 1830.
Este hombre, si se le puede llamar así, fue el último lider de la temida secta de los "Thugs", considerada la primera mafia del mundo, que operó en India desde la Edad Media hasta comienzos del XIX. Junto a otros 25 "Thugs", conseguía hacer falsas amistades con los peregrinos hasta ganarse su confianza. Cuando los viajantes permitían a los ladrones unírseles en su travesía, el grupo de thugs los mataba tras desvalijarlos. Su método para darles muerte era la estrangulación con un pañuelo ceremonial llamado rumal. Los thugs escondían los cadáveres enterrándolos o algunas veces arrojándolos dentro de algún pozo.
Bajo dominación británica, la fama de este grupo mafioso-religioso fue tal, que sirvió para dar origen al término inglés "thug" refererido a ladrón, asesino o estafador. En las filas de este temido grupo se encontraban hindués y musulmanes que transmitían su modus operandi de generación en generación y la jefatura del mismo, a través de legado. De hecho, el asesinato premeditado para beneficiarse, fue un deber religioso para ellos y se le consideraba una sagrada y honorable profesión, en la cual la moral no entraba en juego.
Según el Libro Guinness de los Récords, el culto Thuggee fue responsable de aproximadamentedos millones de muertes. El historiador británico Mike Dash calculó que asesinaron a unas 50.000 personas en total, suponiendo que solamente existieron 150 años antes de su erradicación en el decenio de 1830. El último de sus lideres, Thug Behram se encargó de cerca de mil, pero terminó traicionando a su propio grupo y confesándo todos sus crímenes y la de su banda a las autoridades británicas; nunca fue juzgado y a pesar de su cooperación, termino en la horca.